La Pediatría es la rama de la medicina que se encarga de estudiar la salud de niños y adolescentes. Es una de las especialidades médicas más difíciles, pues atiende pacientes que en la mayoría de los casos no pueden hablar ni expresar síntomas con claridad, quienes además se encuentran vulnerables en muchos sentidos.

La figura del pediatra es clave, y su criterio extremadamente importante a la hora de trabajar conjunto a otras especialidades médicas. En este artículo, estaremos conociendo sus aspectos principales.

PEDIATRÍA: ¿QUÉ ES?

En medicina, la pediatría se define como la disciplina médica que estudia y cuida la salud de aquellos que se encuentran en el período que va desde la concepción humana hasta el final de la adolescencia. Analiza el crecimiento y desarrollo biológico, fisiológico y social de niños y adolescentes a nivel físico y emocional, pero no solo desde un punto de vista individual; el pediatra debe trabajar también con el patrimonio heredado de sus pacientes y el medio social en que estos se desarrollan, para una comprensión más profunda.


Esto permite dividir la pediatría en tres áreas principales:

  • Pediatría Preventiva: comprende los cuidados generales del niño/adolescente sano, aspectos tales como la vacunación, control del crecimiento, educación a los familiares sobre el cuidado del menor, entre otros.
  • Pediatría Clínica: comprende los cuidados médicos, integrales y continuados del niño/adolescente en estado de enfermedad.
  • Pediatría Social:  comprende el análisis de las relaciones del niño /adolescente tanto saludable como enfermo, con su entorno. Aspectos tales como comportamiento escolar, familiar, social, entre otros.

PEDIATRA ¿CUÁLES SON SUS COMPETENCIAS PRINCIPALES?

El pediatra, como médico, debe reunir una serie de competencias que lo distinguen de otros especialistas médicos, precisamente por la naturaleza singular que tienen los pacientes que constituyen su objeto de estudio. Además del profesionalismo, preparación, ética y compromiso, que constituyen la base de todo buen doctor, el pediatra debe sumar dentro de sus características dos principales:

  • Afinidad natural y manejo con niños/adolescentes. Estas constituyen dos de las etapas más delicadas y complejas en la vida del ser humano, por lo tanto, se requiere de calidez, paciencia y un lenguaje profesional pero cercano que los haga sentirse cómodos, permitiéndoles participar en su propio proceso de sanación y facilitando la obtención de información para llegar a un diagnóstico.
  • Empatía. El pediatra no solo trabaja con pacientes que, en el caso de los neonatos o niños muy pequeños no saben hablar, sino también se maneja con sus padres, en ocasiones más difíciles de tratar por su condición de primerizos, sobreprotectores o bien porque las enfermedades de los niños suelen ser en extremos estresantes para sus progenitores.

ENFERMEDADES MÁS COMUNES EN PEDIATRÍA

El espectro del pediatra es amplio. Sin embargo, existen algunas enfermedades más frecuentes que otras en consulta, que suelen venir aparejadas a ser aquellas ¨habituales¨ por las que todo niño transita alguna vez en su vida. Entre ellas, están:

  • Amigdalitis: es una inflamación que se presenta en las amígdalas causada por virus o bacterias. Algunos de los síntomas más frecuentes son fiebre, mal aliento, dolor de cabeza, dificultad para tragar, dolor de garganta, entre otros.
  • Varicela: infección causada por un virus que se presenta como una erupción en la piel y pequeñas ampollas de líquido, las cuales causan una picazón constante. Algunos de los síntomas principales son poco apetito, bultos rojos en la piel, fiebre, cansancio, entre otros.
  • Otitis: es una inflamación del oído causada por una infección, donde algunas partes del oído se inflaman causando dolor e incomodidad. Algunos de los síntomas más comunes son el dolor, secreciones, fiebre, dolor de cabeza, entre otros.